David trabajaba en Suiza e Irene tampoco tenía mucho tiempo libre para ocuparse de todos los preparativos, por lo que necesitaban organizarse bien para poder llegar on time al día B.
La verdad que conectamos con ellos desde el minuto cero. Querían una boda muy personal, diferente y sin hacer mucho caso a formalismos…y… ¡oh si! en eso somos expertas.